"Las casas tienen un interior" ETTORE SOTTSASS

" En Japón, cuando alguien entra en una casa, debe descalzarse primero para dejar atrás el polvo de la vida cotidiana. Luego, esa persona encontrará en la entrada un lugar especial en donde suele haber una flor. Tal vez la pared lleve escrita una oración o un poema. Con ello se pretende recordar que si uno entra en casa, entra en un lugar que ni el poder, ni el dinero, ni siquiera los antepasados, convierten en seguro o, al menos, en suficientemente seguro... conviene que se sepa que está como desnudo consigo mismo."
"Las casas tiene un interior " ETTORE SOTTSASS




domingo, 27 de octubre de 2013

Viviendo en una fábrica reformada. Living in a renovated factory.



Está muy de moda vivir en una casa-fábrica rehabilitada, digo de moda, no porque esté al alcance de cualquiera que así lo elija, sino  porque es un referente habitual en las películas americanas de hoy en día. En la vida real es sólo para unos pocos elegidos. En la ficción parece ser más fácil, a pesar de lo costoso que resulta en calefacción, por decir uno de sus mayores inconvenientes; pero los personajes viven en ellas sin tener grandes problemas económicos  para poder mantenerlas. No pongamos peros y dejémonos llevar para así poder deleitarnos de estas casas-fábricas exquisitamente ambientadas como lo son en cintas como “Flashdance”(1983), “Relación mortal”(1998) “Luces rojas”(2012) pero es en “Todos los días de mi vida”(2012) donde la casa-fábrica es  protagonista por excelencia. No deja de ser una película romántica, como tantas otras, y además con final feliz. Me esperaba mucho menos y me encontré con una ambientación pensada al mínimo detalle: típica fachada de fábrica en ladrillo rojizo con ventanales amplios en aluminio negro; interior aparentemente desordenado  pero cuidado en esmero; paredes combinadas en ladrillo vista con color azafrán; bicicletas a la entrada; estanterías con puertas correderas de rejilla negra galvanizada, estructura en aluminio del mismo color, y gruesos estantes en madera  con tarjetero y número grabado en los cantos, evocando los muebles de oficina; bonita chimenea exenta de estilo nórdico en blanco; cocina con  azulejos verde agua combinando con las lámpara colgantes  sobre la mesa de trabajo del mismo color, los muebles en blancos, la encimera de madera a tono con la tonalidad del ladrillo visto; y un sin fin de detalles que si no nos fijamos bien pasan desapercibidos como las macetitas sobre la repisa de la ventana de la cocina, los postes y cuadros de la zona del salón, el burro para colgar la ropa a la entrada…y un largo etc… a los amantes de las películas romáticas y de la decoración os la recomiendo. 
Y aquí otras casas-fábricas rehabilitadas para morirnos de envidia.Me quedaría a vivir en muchas de ellas sin ningún problema...

 

 







 

 




 

 

 

 




2 comentarios:

  1. Yo no le haría ascos a vivir en una casa-fábrica como ésta, y si no puedo poner la calefacción, pués me pongo tres jerseys!!! La sensación de vivir en espacios tan amplios es fascinadora, grácias por compartir!!

    Saluditos!!!

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  2. Gracias Mar por el comentario.... A mi me encantan también... supongo que será un sueño irrealizable... pero me deleito cuando los veo :)

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