Forrando paredes en color.

Hemos visto forrados de paredes en blanco, aunque este sea el color por excelencia porque combina con todo, también podemos encontrarnos con forrados en color. Quedan muy bien, sólo hay que tener muy claro que color nos gusta porque va a quedarse con nosotros mucho tiempo, no es un objeto que  cuando te cansas lo retiras como una alfombra o lámpara.
Los forrados de color son mucho más personalistas que los forrados blancos y requieren de una decoración más equilibrada porque el color en sí del forrado ya otorga a la estancia personalidad y no conviene recargar. Veamos ejemplos: